Reseñas: Campamento Sangriento (1983)

Titulo original: Sleepaway Camp
País: EEUU
Duración: 84 min.
Año: 1983
Director: Robert Hiltzik
Guión: Robert Hiltzik
Intérpretes: Felissa Rose, Jonathan Tiersten, Karen Fields, Christopher Collet, Mike Kellin, Katherine Kamhi
Productor: Jerry Silva, Michelle Tatosian
Música: Edward Bilous
Fotografía: Benjamin Davis


Hacia mucho que no me veía un slasher y mas un slasher ochentero, así que decidí esta tarde ponerme con una saga (menos conocida que otras dentro de este genero) y que para mi sorpresa resulta que ya van por la quinta parte que fue estrenada hace poco, supongo que directa a dvd, yo solo conocía las 3 primeras.

La cosa va sobre un accidente que sucede en un campamento de verano donde una familia que esta en el lago sufre un accidente por culpa de unos jóvenes, 8 años después Ángela, la única superviviente de aquello y que sigue traumatizada por lo sucedido, vuelve al campamento esta vez con su primo cuya familia se hizo cargo de la pequeña al quedarse huérfana. Y como todos sabréis las muertes no tardan en llegar, esta vez van muriendo todo aquel que de una manera u otra se mete o se ríe de la pequeña, que sigue medio traumatizada por lo sucedido.


Me ahorrare los típicos comentarios de que si sigue a pies juntillas las cánones del genero, sus similitudes con viernes 13, etc. Lo que si diré es lo que tiene de original o diferente respecto a otros slashers. Lo primero que me llamo la atención es que algunos de los protagonistas por no decir la mitad (al menos en su principio) son chicos de apenas 12 o 14 años interpretado por niños que tienen realmente esas edad (y que sueltan mas tacos que en el precio del poder) y tiene algunos momentos que dudo mucho que ahora se pudieran filmar. Como cuando llegan los niños al campamento y algunos de los trabajadores de allí empiezan hablar sobre lo follables que están las niñas (repito que tienen solo 12 años o así), es mas, la primera muerte viene a raíz de que un cocinero intenta “sobrepasarse” con la niña medio catatonica… vamos que tenemos momentos bastantes malsanos pero la verdad que tampoco se recrean mucho en ello.


Y según va sucediéndose el metraje la película comienza a andar en los territorios mil veces vistos ya en este subgénero y es cuando los monitores (típicos protagonistas de estas historias) toman mas protagonismo. También vamos viendo como aquí no tenemos a un asesino enmascarado si no que para no desvelar la identidad del asesino vemos estos normalmente desde la óptica del psicópata o sobre todo en planos cerrados, esto le da el juego a la película para hacernos pensar que el asesino puede ser tanto el primo protector como Ángela.


Y cuando vas esperando que te den el típico giro para conocer la identidad del asesino y sorprender o ser mas cutres y enterarnos que el asesino es quien esperamos, es cuando la película gana y juega con nosotros al descubrir la cara del psicópata, porque la supresa se podría decir, que no es sorpresa y con el giro que da a toda la historia (giro muy macabro y repito, muy original) hace que esta película se merezca una mención especial entre tanto slasher de los 80. Me he hecho un lío intentando hablar sobre la sorpresa sin desvelarla jeje pero mejor porque lo mejor que puedes hacer si no la as visto es verla y disfrutar de ella.

Las muertes no buscan la morbosidad aunque no escatiman en sorprender como en la que sucede dentro de una ducha que me encanto. Y los maquillajes y demás efectos para las muertes también me parecieron muy buenos como el de la primera victima. La música no esta mal sobre todo porque no es la típica banda sonora de pegar subidotes de sonido para asustar ni demás efectos pueriles si no que busca la tensión y aunque no destaca para nada cumple su función en casi toda la película.


Así que creo que si no la habéis visto no deberíais perder esta pequeño slasher que tiene bastantes puntos a su favor y así podréis ver como niños pequeños superan sonrojantemente en calidad interpretativa a los actores de mas edad, aparte de poder “disfrutar” de las pintas de algunos monitores con sus camisetas enseña-ombligos o sus mini-pantalones marca-paquetes.